En la vida lo único seguro es la muerte y por ello es fundamental tomar previsiones, como el hacer un testamento en el que indiques cuáles son tus bienes y quién quieres que se quede con ellos, en caso de que llegues a faltar. No hacerlo, es heredar un largo y costoso proceso de intestado a tus seres queridos con la posibilidad de que lo pierdan. Puedes aprovechar los descuentos que ofrecen las notarias cada año en septiembre, el mes del testamento.